Alma muda. Título de una canción que no me saco de la cabeza desde hace dos días. Y dice así:
"Abre la puerta de tu celda oscura,
Deja que silencie tus gritos con besos.
Abre la puerta de tu prision de dolor,
Cubrete entre mis brazos, mi amor.
Abre la puerta, yo te lo imploro,
Abre la puerta de tu alma muda."
¿Quien no esconde cosas dentro de su alma? Todos tenemos secretos, protegidos por nuestras corazas. Armaduras hechas de caretas, de sonrisas forzadas, de miradas vacias, de bocas mentirosas. Hay secretos mas grandes que otros. Secretos que pertenecen a otros. Secretos que nunca podrás contar, solo por preteger a alquien. Y secretos que solo sabemos nosotros.
Viendo Domino el otro día empece a pensar en esos secretos. Domino está enamorada, y él de ella. Pero ella, con su careta de dura y fria, lo aleja. "Decidí entonces no volver a invertir demasiada emoción en algo o alguien,... porque te expones al dolor de perderlo." ¿Cuantas veces alejamos a las personas que queremos porque tenemos miedo de que nos hagan daño? ¿Cuantas oportunidades hemos dejado escapar por miedo?
Demasiadas. Y luego, viene el arrepentimiento. O quizás no. Pero siempre hay una vocecita en tu interior que te pregunta ¿si no lo hubieras alejado, habría salido bien? Y no se puede contestar, porque es una incertidumbre que nos acompañará durante el resto de nuestras vidas. Yo tengo un secreto. Uno muy grande. De esos que solo yo puedo saber. Y se que me perseguirá toda la vida. Pero ya me he arriesgado bastante, y decidí que tocaba no invertir demasiadas emociones en alguien,... porque ese alguien si que me iba a hacer daño.
Y mi alma siempre será muda. Al menos sobre este tema.