miércoles, 8 de octubre de 2008

A veces...


A veces vale la pena arriesgarse. No tener miedo. Saber lo que quieres e ir a por ello. Lanzarse al vacio, y que de lo mismo si llevas paracaidas o no. Es la mejor manera de disfrutar al máximo la vida. Los momentos. Y recordar casi todo con una sonrisa.


Porque si caes, la caida es dolorosa. Y las cicatrices nunca desaparecen del todo. Pero en el fondo lo que nos ha hecho como somos es la genética y todas las veces que hemos caido, todas las heridas, el dolor, el afan de superación, el levantarse después, las sonrisas cuando todavía duelen en la cara y las pocas veces que ganamos. Somos lo que hemos perdido. Y todo lo que hemos ganado. Así que vivir al límite, jugarsela, es saber que caerás en un sinfín de ocasiones, pero que la vez que ganes, estarás tan arriba que habrá valido la pena los golpes por el camino.


Y si para que podamos estar así, yo he tenido que caer, aprender, levantarme, luchar, lanzarme al vacio, volver a caer,... creo que ha valido la pena. Porque haces que mire a la vida con una sonrisa. Porque ya siento que formas parte de mi, y que en estos ínfimos momentos que hemos pasado, ya me has enseñado.


Y espero poder seguir aprendiendo, disfrutando, saboreandote, riendo y llorando a tu lado.




Gracias por devolverme la sonrisa

viernes, 3 de octubre de 2008


¿Sabes? Ya no es lo mismo. Conocer cosas nuevas te da una visión un poco decepcionante de tu vida. De tus rutinas. Quiero olvidar la rutina. Quiero descubrir que cada día es nuevo y único. Que no se que pasará mañana. Quiero levantarme por la mañana sin saber que me depararán las horas siguientes.


Disfrutar cada hora. Cada minuto. Cada segundo. Y a tu lado, me siento así. Sin saber nada del futuro. Disfrutando de la compañia. De las risas. De los silencios. Solo teniendo en cuenta el momento. Nuestro presente.


Porque, aunque cada uno tenga su presente, los pequeños ratos que nos unimos, quedamos o estamos juntos, pasa a ser nuestro presente. Pero no me gusta la palabra "nuestro". Supongo que implica muchas cosas que todavía no han pasado.


¿Y quien sabe si algun día pasarán? Nadie. Solo el tiempo nos lo dirá.






[Para nadie

Por nada

dedicado a... la nada.]